La masterización es el último paso de la postproducción de audio.El propósito de la masterización es equilibrar los elementos sonoros de una mezcla estéreo y optimizar la reproducción de todos los sistemas y formatos. Tradicionalmente, la masterización se realiza utilizando herramientas como la ecualización, la compresión, la limitación y la expansión estéreo.
Piensa en la masterización como el pegamento, el barniz y el esmalte que optimizan la calidad de la reproducción en cualquier dispositivo; desde pequeños altavoces de iPhone a potentes sistemas de sonido para discotecas. La masterización es el puente entre el artista y el consumidor. El término en sí mismo viene de la idea de una copia maestra. Todas las copias o duplicaciones de audio surgen de la copia maestra. Estas copias pueden ser distribuidas en múltiples formatos, como discos de vinilo, CD o casete, o servicios de streaming como Spotify, iTunes y SoundCloud. Además, la masterización permite la restauración de silbidos, chasquidos o pequeños errores olivdados en la mezcla final. La masterización también asegura la uniformidad y la consistencia del sonido entre varias pistas en un álbum. Básicamente, lo que hace la masterización es crear la sensación de claridad y cohesión en todo tu audio.
El objetivo de la masterización es asegurarse de que tu audio sonará lo mejor posible en cualquier plataforma. La música nunca se había consumido en tantos formatos y dispositivos como en la actualidad. Incluso si está grabando y masterizando en un estudio de grabación de millones de dólares o grabando en condiciones menos aceptables, necesitas el toque final de calidad que te ofrece la masterización. Esto asegura que tu música se escuchará tal y como la has concebido.
Un buen trabajo de masterización hace que todas las pistas de un álbum suenen de forma coherente y equilibrada. Sin masterización, algunas pistas individuales pueden sonar desarticuladas respecto al resto.
Aunque mezclar y masterizar comparten técnicas y herramientas similares, y con frecuencia se confunden, en realidad son diferentes. Mezclar, por lo general, se refiere a una grabación con varias canciones, mientras que masterizar es el pulido final de una mezcla. Piénsalo de esta manera:
Mezclar se trata de conseguir que partes o instrumentos diferentes funcionen como una canción. Piensa en ello como fabricar un coche. Todas las piezas del coche tienen que unirse para que funcione correctamente. El proceso de mezcla tiene como objetivo hacer que todas las partes estén donde deben estar.
Una buena mezcla debe fluir fácilmente en el proceso de masterización. Echa un vistazo a esta útil publicación sobre cómo preparar las canciones para la masterización.
Ahora piensa en la masterización como el mejor tren de lavado que haya existido nunca. Quieres que tu nuevo coche tenga el aspecto lo más elegante y brillante posible. La masterización lo pule todo hasta obtener un brillo perfecto. Echa gasolina en el depósito y lubrica todas las piezas móviles para obtener el mejor rendimiento posible.
En 1948 nacieron los primeros verdaderos ingenieros de masterización, debido al cambio que supuso la grabadora de cinta magnética en el proceso de grabación. Antes de esto, no había ninguna copia maestra, puesto que las grabaciones se realizaban directamente en un vinilo de 10 pulgadas.
En 1957 salió al mercado el disco de vinilo estéreo. Los ingenieros de masterización comenzaron a aplicar técnicas para hacer que las grabaciones sonasen más fuerte. El volumen dio lugar a una reproducción de mayor calidad en la radio y un récord de ventas sin precedentes. Esto marcó el nacimiento de la guerra del volumen, que todavía continúa a día de hoy.
En 1982, el CD revolucionó la masterización. Las inadecuadas masterizaciones de vinilo fueron sustituidas por CDs digitales, aunque muchas de las herramientas analógicas se conservaron. Esto cambió en 1989, con el lanzamiento de la primera aplicación DAW con software de masterización, una alternativa revolucionaria para este proceso.
La masterización es un proceso complejo. Estas son algunas técnicas que intervienen:
Este paso arregla cualquier tipo de irregularidad en la mezcla original, como los chasquidos no deseados, los pequeños estallidos y los silbidos. También ayuda a corregir pequeños errores que destacan cuando el audio sin masterizar se amplifica.
La expansión del campo de estéreo procesa el equilibrio espacial (de izquierda a derecha) de tu audio. Si se hace bien, la expansión estéreo amplía tu mezcla, ayudando a que suene mejor. También puede ayudar a ajustar tu imagen central, centrándose en la gama baja.
La ecualización corrige cualquier desequilibrio espectral y optimiza el sonido los elementos que deben destacar. Una masterización ideal está bien equilibrada y es proporcional. Esto significa que no queda ningún rango de frecuencias determinado que destaque. Una pieza de audio equilibrada sonará bien en cualquier sistema de reproducción.
"Es un poco como la fotografía: puede hacer que el cielo sea más azul y los verdes más verdes."
La compresión corrige y mejora el rango dinámico de la mezcla y mantiene las señales más intensas a raya a la vez que resalta las partes más tranquilas. Este proceso otorga, una mejor uniformidad y aspecto al audio en general. La compresión ayuda a unir las partes que puede que no estén tan tan cohesionadas como podrían estarlo.
El último proceso de la cadena de masterización es generalmente un tipo especial de compresor llamado limitador. Los limitadores establecen una sonoridad global adecuada y crean un nivel máximo. La limitación hace que la canción suene lo suficientemente fuerte, sin permitir ningún recorte que pueda llevar a distorsión.
La conversión de la frecuencia de muestreo o de difuminado depende del formato de salida final. Por ejemplo, si tienes intención de publicar en CD, tendrás que convertir a 44,1 kHz de 16 bits y, por lo tanto, puede que tengas que convertir y difuminar el archivo para alcanzar el nivel de este formato.
La secuenciación y el espaciado es uno de los pasos finales de la masterización. En un álbum o EP, este proceso ordena tu audio. El espaciado se refiere a la cantidad de silencio (lagunas espaciales) que pones entre cada pista.
Piensa en la masterización como el puente entre la creación y el intercambio. Después de masterizar, el audio debe sonar completo, uniforme, profesional y equilibrado. Una buena masterización te permite publicar tu trabajo con confianza, independientemente de dónde y cómo se reproduzca (en línea, en forma de descarga gratuita, o en formato vinilo).
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